Esta es mi respuesta al artículo del Maestro Antonio Gershenson del 3 de enero 2021, publicado en LA JORNADA, titulado:Los alcances del uranio.
https://www.jornada.com.mx/author/antonio-gershenson.html
Antes de fundamentar el porqué el uranio y demás elementos radioactivos, en manos del hombre, están por extinguir al planeta, debo agradecerle por dos cuestiones fundamentales:
La primera es por compartir su conocimiento y abordar un tema de suma importancia que debe estar presente en cada casa y cada rincón donde se encuentre el hombre, por su irreductible impacto en el futuro de la vida humana y del planeta.
La segunda es porque en el desarrollo de su análisis, abre la posibilidad de la interacción. Usted realiza una pregunta, no solo importante sino pertinente: ¿Por qué el desaprovechamiento de una energía alternativa que es menos contaminante? Y con esta invitación y mi respeto absoluto a su persona y trayectoria, me permito contestar.
Soy un apasionado estudioso de las leyes que gobiernan la naturaleza y la conducta humana. He encontrado que no existe complejidad en la comprensión de la fusión nuclear ni en cualquier otra manifestación de la naturaleza, pues todos sus procesos están gobernados por las mismas leyes, lo que me ha permitido alcanzar claridad de muchos ellos al lograr comprensión absoluta de uno solo.
He podido constatar, que toda creación de la naturaleza y sus productos, se rigen por un orden secuencial tendiente al equilibrio. Este orden se puede encontrar desde la misma formación del planeta y todos sus productos vigentes, es decir, el enfriamiento gradual permitió el surgimiento del reino mineral, que en combinación de con el agua, dio forma y permitió las condiciones para el surgimiento del reino vegetal y sucesivamente del animal, así, todos los intercambios de los anteriores, permitieron y sostienen la existencia del hombre. Hay una relación de intercambio equilibrado entre todos ellos.
Este orden natural es de vital importancia, pues debe comprenderse que en el centro del planeta, que es el punto de mayor densidad, gravedad, potencial eléctrico y calor, se encuentran los elementos químicos con propiedades y características particulares y radioactivas que son adecuadas para ese entorno, entre ellos el Radio, Actinio, Torio, Protactinio, Uranio, Neptunio, Plutonio, entre otros.
Todos estos elementos tienen un propósito y una tarea fundamental en la creación de las condiciones adecuadas del entrono que dan vida a lo demás reinos y sus creaciones, lo que ocurre en el centro del planeta, gracias a estos elementos, impacta gradualmente las capas superiores creando las condiciones adecuadas para cada una de ellas.
La fusión nuclear en la naturaleza, se presenta siempre en el punto central de mayor densidad de sus sistemas, de ahí que los soles se conviertan en las esferas de mayor radiación y en menor medida, el centro del planeta.
Ahora, del núcleo hacia afuera, la temperatura y densidad de los elementos disminuye de forma gradual, de tal suerte, que las capas superiores de la atmósfera se componen de gases fríos.
Este orden natural, manifiesta una característica general de la naturaleza: el intercambio secuencial entre sus elementos. Significa que los gases se condensan y bajan al lugar que les corresponde de acuerdo con sus densidades y lo mismo hacen los elementos más densos del centro del planeta, que en virtud del calor que generan se descomponen en líquidos y gases y suben al lugar adecuado según su densidad, incluyendo las capas de la atmósfera, creando un perfecto juego de intercambio secuencial ordenado.
Con este orden e intercambio, se garantiza el equilibrio del planeta y los reinos que lo componen, así, la alta densidad del centro del planeta mantiene bajo control a los miles de millones de explosiones de los elementos radioactivos, cuya velocidad de radiación, prácticamente alcanza la de la luz. Cuando estos elementos son expuestos a entornos de menor densidad a los que ha designado la naturaleza para ellos, se convierten en elementos letales para la vida orgánica y la atmósfera del planeta.
Ahora, bajo el indiscutible y equilibrado orden de la naturaleza, existe una zona de presión correspondiente para cada elemento químico, de esta forma, cada uno de ellos tiene un propósito vital para el surgimiento y continuidad de la vida; cuando este orden es alterado por el hombre, se crean las condiciones necesarias para la desintegración y deterioro de la vida existente y genera nueva vida adecuada para esa modificación. Un claro ejemplo es cuando el humano ingiere alguna sustancia o elemento en su estado natural, como el sodio o el magnesio, que sin duda alguna, terminan por envenenarlo o matarlo en la medida de la cantidad consumida, pero cuando estos elementos se ingieren en su entrono adecuado, como elementos que integran algún fruto o semilla, son aptos para su consumo y necesarios, en menor medida, para la vida humana.
La razón de la letalidad de los elementos químicos, principalmente los radiactivos fuera de su entorno natural, es básicamente por el incremento de calor de su nuevo y anti natural entorno, que imposibilita a la naturaleza y al hombre su contención o detención.
Con esto, podemos comprender que los demás elementos y sus combinaciones se encuentran en zonas de menor densidad que los altamente radiactivos. De esta forma el concreto, sin importar su espesor, aluminio, acero o cualquier otro, se ve imposibilitado a contener de forma permanente la radiación de los elementos más densos, por lo que son penetrados y contaminados con el tiempo. Son jaulas temporales que terminan siendo tan letales como aquellos elementos que pretenden contener, solo es cuestión de tiempo para que se complete dicho proceso.
La evidencia es fácil de encontrar, la historia humana está llena de ella, sin embrago basta con presentar algunos ejemplos vigentes que lo ilustren:
…
Febrero de 2014: Diseñado para durar diez mil años, el sitio de la Planta Piloto de Aislamiento de Desechos (WIPP) aproximadamente a 26 millas (42 km) al este de Carlsbad, Nuevo México, Estados Unidos, tuvo su primera fuga de materiales radiactivos en el aire. [95] [96 ] 140 empleados que trabajaban bajo tierra en ese momento estaban protegidos bajo techo. Trece de ellos dieron positivo por contaminación radiactiva interna, lo que aumenta su riesgo de futuros cánceres o problemas de salud. Una segunda fuga en la planta ocurrió poco después de la primera, liberando plutonio y otras radiotoxinas que preocuparon a las comunidades cercanas. La fuente de la ruptura del tambor se remonta al uso de arena orgánica para gatos en la instalación de envasado de WCRRF en el Laboratorio Nacional de Los Alamos, donde se empaquetó y preparó el tambor para su envío [97].
https://en.wikipedia.org/wiki/Nuclear_and_radiation_accidents_and_incidents#Nuclear_plant_accidents
…………..
La compañía EDF Energy ha publicado un video en primer plano que muestra algunas de las cerca de 370 pequeñas grietas en los ladrillos de grafito de un reactor de la planta nuclear de Hunterston B (North Ayrshire, Escocia). Las imágenes fueron tomadas en 2017 y 2018.
Según reporta Sky News, el reactor 3 fue cerrado el año pasado por doce meses al descubrirse grietas en 2017. Las mismas estaban creciendo más rápido de lo esperado, al principio eran de un milímetro, pero después pasaron a ser de dos milímetros en promedio. Aun así, desde la empresa afirman que las mismas están dentro de los límites de seguridad.
https://actualidad.rt.com/actualidad/307989-video-grietas-reactor-nuclear-escocia
…..
El 13 de abril de 2010 se conoció que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) detectó grietas por corrosión bajo los reactores y en el circuito de recirculación de la central Laguna Verde que ponen en riesgo la operación segura de las unidades uno y dos.
https://www.jornada.com.mx/2011/03/20/economia/020n2eco
…
El Gobierno de Japón planea lanzar al océano Pacífico un millón de metros cúbicos de agua radiactiva tratada que se filtró en la planta de energía nuclear de Fukushima tras los derrumbes del núcleo después del terremoto y tsunami de 2011.
….
Si bien expongo de forma rápida algunos hechos documentados como evidencia, también existen cantidad de documentos oficiales de autoridades y científicos expertos en la materia que presentaré como fuentes externas al final de este documento.
La idea esencial no es convencer del peligro, ni polemizar para ganar nada, sino aportar conocimiento fundamental y claridad conforme a los procesos naturales y elementos de análisis simples de comprender, de un tema que parece inalcanzable para el hombre promedio, pero no lo es.
Otra propiedad, tal vez la más letal de los elementos radioactivos, es su gran capacidad de hacer explotar el oxigeno y hacer arder el agua, elevando su temperatura.
Para dar claridad de esta característica, debe saber que los siguientes elementos químicos, reaccionan con violencia en un orden secuencial con incremento exponencial en letalidad: Litio, Sodio, Potasio, Rubidio, Cesio y Radio.
Cada uno de estos elementos, en el orden presentado que va de menos a más, genera una explosión en el agua e incrementa la temperatura circundante inmediata, así mismo los elementos más radioactivos bajo este mismo orden de incremento exponencial, son millones de veces más letales de acuerdo a su orden: Radio, Actinio, Torio, Protactinio, Uranio, Neptunio, Plutonio
Para verificar lo anterior, se puede consultar en youtube una serie de experimentos de las reacciones químicas de la primera gama de elementos no radiactivos mencionados, cuando se ponen en contacto con agua.
Para dar claridad de la letalidad exponencial, podemos hacer la analogía de que esos elementos son como niños jugando a la guerra, mientras que los elementos radiactivos más importantes, incluyendo el uranio, serían como toda una raza de super adultos entrenada, equipada e incontenible en una guerra contra esos niños.
Ahora, al uranio y demás elementos radiactivos, les han llamado energías limpias por sus propiedades naturales y su enorme capacidad de generar calor y esta misma característica, cuando están fuera de su zona de presión, es la principal amenaza para el planeta entero y la vida que manifiesta.
El incremento de temperatura fuera del rango normal de alguna especie o elemento, es un síntoma de aceleración de su muerte o extinción.
Cuando la fiebre en el ser humano no es contenida, puede llegar a extinguir, por incremento anormal de calor, al ser que la padece. Así un virus, en un entorno ajeno a este, incrementa el calor del entorno que lo contiene poniendo en peligro de muerte al ser portador.
Lo mismo ocurre con cualquier otro elemento, sistema, ser vivo o ecosistema, cuando es expuesto a más calor del que está diseñado a soportar, cambia toda su estructura molecular y se expande, aceleradamente, lo que es comprensible como evidencia de desintegración.
Y siendo los elementos radioactivos la principal fuente de calor del núcleo del planeta, al sacarlos de su entorno natural, a uno menos denso, terminan por calentarlo, elevando de forma acelerada su temperatura y garantizando la muerte del entorno circundante que intenta contenerlo y posteriormente aniquilando la humedad de la atmósfera al encontrarse con ella, además de dejar su huella a su paso a través de la leucemia, cáncer, mutaciones genéticas y envejecimiento acelerado, por supuesto.
El hombre ha negado la amenaza que representa el calentamiento global e incluso, ha señalado a las emisiones de CO2 como la causa del mismo, erróneamente, (este tema debe ser desarrollado en su respectivo espacio para no extender o perder rumbo del tema principal), sin embargo, a la naturaleza no le importa la opinión del hombre y continuará sus procesos de forma secuencial pero ahora de forma acelerada. La “fiebre” que padece el planeta, es originada principalmente por el calentamiento que los elementos radiactivos utilizados con fines militares e industriales, incluyendo fines civiles como las plantas nucleares, han vertido sobre la superficie del planeta y su atmósfera, las cuales regresan y regresarán de forma condensada a las capas inferiores, mutando, enfermando y extinguiendo la vida en este proceso bidireccional cíclico.
Aquello que garantiza extinguir este planeta a través del calentamiento acelerado y la destrucción de su atmósfera y humedad, son los elementos radioactivos que el hombre, ni todo su conocimiento pueden contener.
"La humanidad está librando una guerra contra la naturaleza. Esa es una actitud suicida.
La naturaleza siempre se toma su revancha, y ya ha empezado a hacerlo, con una violencia y una saña cada vez mayores. La diversidad biológica se está desmoronando. Hay un millón de especies en peligro de extinción.
Los ecosistemas desaparecen a ojos vistas. La desertificación avanza.
Se están perdiendo los humedales. Con cada año que pasa perdemos diez millones de hectáreas de bosques. Hay una sobreexplotación de los océanos, que se ahogan en residuos plásticos. El dióxido de carbono que absorben está acidificando los mares. El blanqueamiento de los corales avanza, los arrecifes están muriendo."
Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas . 2 de diciembre 2020
Su discurso se pronunció el día en que se publicaron dos nuevos informes de referencia de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa para el medio ambiente de la ONU (ONU Medio Ambiente) que subrayan la gravedad de la crisis climática.
https://news.un.org/es/story/2020/12/1484982
...
Si bien el Uranio es un niño frente al Neptunio y Plutonio, fuera de su zona de presión correspondiente, contaminará, desintegrará cualquier jaula humana contenedora y hará explotar este planeta, en tiempo.
No hay posibilidad de contener los efectos creados en el pasado por causa del uso desproporcionado de los elementos radioactivos, no se puede dar vuelta atrás. Lo único que podemos hacer, es comprender el cómo y porqué de la agonía del planeta y todas sus especies por nuestra mano y evitar, en la medida de lo posible, la acelerada muerte de todos los que habitamos esta esfera flotante.
Fuentes de interés externas:
DR. Ralph Lapp Interview https://hrc.contentdm.oclc.org/digital/collection/p15878coll90/id/13
ENVIRONMENTAL RADIOACTIVITY SYMPOSIUM https://www.osti.gov/servlets/purl/4486111
Atomic Suicide?, (with Lao Russell), Univ of Science & Philosophy, 1957